El proceso de selección de los componentes de una oficina es un tema bastante complejo, por los múltiples factores que convergen en el proceso. Durante muchos años la selección probablemente se basaba en la rentabilidad por metro cuadrado, visto desde la cantidad de personas que se podían acomodar en un espacio en concreto.
Sin embargo, la evolución del diseño de las oficinas ha obligado a que estas decisiones no se pueden tomar a la ligera ni de forma desarticulada; el mobiliario tiene que estar relacionado de forma intrínseca con temas como flujos de aire, sensación térmica, psicología del color y por supuesto la iluminación del espacio de trabajo.
Con respecto a este último, son muchos los aprendizajes que en los últimos años han evidenciado que no se trata de iluminar solo por hacerlo, y que no se está hablando únicamente y necesariamente de luminarias como tal, entiéndase el bombillo o artefacto que se coloca en el techo para que ilumine.
Se trata de la percepción de luz que tengan los colaboradores y las respuestas físicas y psicológicas positivas que esto les genere, considerando que los diferentes estudios demuestran que la iluminación uniforme puede llegar a ser perjudicial al crear espacios aburridos y poco estimulantes para los colaboradores, y que esto es lo que predomina en los lugares de trabajo.
Esta percepción de iluminación se relaciona con la presencia de luz natural en el espacio, la distribución del mobiliario para que esta pueda ser aprovechada según la hora del día, los colores que se utilicen que potencien el bienestar, el aprovechamiento de la variación de la intensidad de la luz y sombras durante el día y en general cualquier aporte que haga que sea posible mantener el confort visual mediante la recreación de las intensidades de luz que suceden en la naturaleza.
Las oficinas que consideran los elementos anteriores para su diseño cuentan con una gran ventaja competitiva, gracias a que está comprobado que la productividad es mucho más alta en los lugares de trabajo que están bien iluminados.
Los ayudan a mantener la atención, los induce a estamos positivos de ánimo, y sobre todo ayuda a que el sistema circadiano funcione correctamente, el cual está directamente relacionado con los ciclos de sueño y de alimentación, temperatura corporal, presión sanguínea e inclusive la liberación de hormonas como el cortisol o la melatonina, además que aportan a los colaboradores opciones que estimulan el ojo sin causar incomodidades como el deslumbramiento.
El objetivo principal dentro del diseño de oficinas es lograr una fluctuación de la iluminación, la distribución de la misma y las variaciones de color para crear entornos visuales placenteros, evitando las diferencias dramáticas en la iluminación y buscando mejorar la experiencia del ser humano en el espacio de trabajo, que a su vez debe tener como resultado el aumento en la productividad y de la sensación de bienestar.
En Euromobilia tenemos un equipo de trabajo comprometido con el diseño integral de sus oficinas, llámenos y diseñe junto a nosotros un espacio productivo, saludable y seguro para sus colaboradores.